Por: Pedro Barrientos Felipa (*)
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9. CONCLUSIONES
Es innegable que los commodities tienen influencia en las economías de los países
poco desarrollados como es el caso del Perú; estos representan el 75.0 % del total de las exportaciones, y su rubro de mayor dinámica está en los minerales. En el
mercado de los commodities agrarios, Perú participa con tres productos: algodón,
azúcar y café. De los tres, es el último principalmente el que presenta un comportamiento
sostenible en el tiempo. El cacao, como producto genérico, también es
un commodity, pero la producción peruana no tiene relevancia en este mercado, en
términos de su volumen de producción.
La producción de cacao en los países productores se identifica porque ésta se
realiza a través de pequeños productores. Representa la fuente de ingreso principal
de 40 a 50 millones de personas en el mundo. Los principales países productores
están en África, algunos de ellos presentan conflictos políticos que afectan
su producción, además de los bajos márgenes por venta, lo que desanima a los
cacaocultores. Los demandantes más importantes son empresas transnacionales
relacionadas con la producción de chocolate, en donde el cacao es su insumo más
importante. Se ubican geográficamente en Europa y NorteAmérica. Es un mercado
oligopsónico, tienen mayor poder de comercialización los consumidores que los
productores. Su ventaja adicional está en el diseño de los canales de distribución,
pues tienen una cadena de valor mejor que la de los productores. La expectativa
del crecimiento de la industria chocolatera, que implica mayor demanda de cacao,
está en el potencial de países emergentes como China e India.
El cacao tiene dos vertientes comerciales: la que se lleva a cabo a través de las
bolsas de valores y aquella que se efectúa a través de cadenas independientes en
la que el trato es de productor a comprador, sin la intermediación de organismo
comercial alguno. En el primer mercado es donde se comercializan los principales
volúmenes. El segundo es un mercado en crecimiento y está en búsqueda de cacaos
diferenciados.
Los países productores de cacao están haciendo esfuerzos por disminuir la
exportación en grano, promoviendo que se dé valor agregado en las comunidades
locales, es decir, dentro de las fronteras nacionales. Los demandantes internacionales
están otorgando incentivos para la producción de granos diferenciados, lo
que posibilita que los pequeños agricultores puedan aumentar la capacidad de
comercialización frente a los compradores internacionales. En este caso, el cacao
peruano tiene ventajas, lo que debe ser aprovechado en beneficio de los pequeños
agricultores. El futuro está en los mercados diferenciados.
El éxito del cacao peruano está en la formación de cadenas de valor, considerando
que todos los eslabones son importantes, como lo expone el Ministerio de
Agricultura: eslabón productivo y de servicios de apoyo, eslabón de industrialización (transformación), eslabón de comercialización y eslabón de consumidores.
Los eslabones deben estar lo suficientemente integrados y tener la capacidad de
cooperación para superar los problemas cíclicos de la producción.
Hay un creciente interés, por parte de los productores, en participar en cadenas
de valor o clúster considerando la ventaja que se obtiene en el precio, pero también
en lo correspondiente a servicios adicionales que mejoran la productividad. En el
Perú, hay una diversidad de actores que forman parte de la cadena: Ministerio de
Agricultura, Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, Ministerio de la Producción,
Presidencia del Consejo de Ministros, Asociación Peruana de Productores
de Cacao –APPCACAO–, la cooperación internacional, y empresas procesadoras
y comercializadores.
Lo que está ocurriendo en los países productores importantes de cacao (disminución
de su producción) crea una oportunidad que puede ser aprovechada para
desarrollar el cultivo de cacao en Perú, motivo por el cual se debe consolidar la
estrategia que se ha planteado al respecto. Se tiene que insistir en la producción
de un cacao de aroma, considerando que es el grano en el que los productores
peruanos tienen ventaja en el mercado internacional. Asimismo, se deben hacer
esfuerzos en la investigación de cómo mantener o mejorar el grano, así como su
productividad. Se debe insistir en fortalecer la cadena de valor que asegure la compra
de la producción, y sostenga la calidad del producto (grano) como una cultura de
producción. La cadena de valor que se ha formado al respecto ayuda a consolidar
a los pequeños productores.
(*) Economista, Universidad Ricardo Palma, Lima, Perú. Magíster en Administración, Universidad del Pacífico,
Lima, Perú. Doctor en Administración de Negocios Globales, Universidad Ricardo Palma, Lima, Perú. Director
de la Escuela de Economía Internacional, profesor principal y miembro del Instituto de Investigaciones
Económicas de la Facultad de Ciencias Económicas, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, Perú.
Correo electrónico: pbarrientosf@unmsm.edu.pe.
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