Este fin de semana Jordi Roca ha visto cumplido uno de los sueños de su vida: inaugurar una fábrica de chocolate casi tan mágica como la de Willy Wonka. Se llama Casa Cacao, se ubica en la Plaza Catalunya de Girona, y además de tener un obrador con vistas a la calle, cuenta con una tienda, una chocolatería y un hotel boutique encantador. Te contamos cómo es la nueva dirección imprescindibles para foodies:
Así nació Casa Cacao
Jordi Roca, el experto en postres de la triestrellada familia, se planteó con sus hermanos hacer chocolate propio en El Celler de Can Roca. ¿Serían capaces? No hay reto pequeño para los Roca y, aunque nunca habían elaborado chocolate desde cero, de allí surgió su primera creación y, por supuesto, estaba buena. El experimento triunfó gracias a Jordi, pero gracias también a Damian Allsop, el maestro en el mundo dulce del benjamín de los Roca, que justo se acababa de reincorporar al equipo.
Cómo fabricar los mejores chocolates
Jordi Roca confiesa que han realizado una inmersión absoluta en el mundo del chocolate: «Hemos estudiado las variedades, sus distintas fermentaciones, y hemos realizado una exigente investigación y testeo con nuestro equipo de La Masia (I+R), así como viajes de campo para seleccionar los mejores cacaos de las mejores plantaciones. Allí, hemos conocido a sus productores en pequeñas comunidades de Perú, Venezuela, Colombia o Ecuador. En el proceso de adentrarnos en el mundo del cacao he tenido la suerte de poder aprender de primera mano muchas cosas sobre el proceso de fermentación y secado de las habas de cacao y de las gentes que de manera artesanal lo realizan siguiendo métodos ancestrales, como los indígenas awajún de Perú que lo recolectan de zonas de la Amazonia donde crece salvaje»
El movimiento “Bean to bar”
Obtener un cacao de calidad es una de las últimas grandes tendencias gastronómicas: la llamada “Bean to bar” busca los sabores originales y reales del cacao. Siguiendo este movimiento, en Casa Cacao adquieren el grano de cacao comprándolo directamente a esos pequeños productores para poder pagarles un precio justo por la mejor calidad. Como explica Jordi Roca «a diferencia de otras propuestas existentes en el mercado, lo que queremos hacer en Casa Cacao equivaldría, si ésta fuera un gastrobar de bocadillos, a escoger las harinas y las levaduras para elaborar el pan en casa y después pensar en la elaboración del bocadillo».
Lo que aprenderemos sobre el cacao
Además de poder ver la belleza del trabajo con el cacao a través de las cristaleras del obrador, Casa Cacaonos permitirá aprender la amplia gama de sabores que ofrecen los diversos cacaos. «Además de dulce o amargo -comenta el pequeño de los Roca-, el chocolate puede ser ácido o afrutado y tener otros mil acentos con los que jugaremos. Puede incluso tener un color claro como el del chocolate con leche, aún en su formato con un 80% de cacao, si utilizamos una variedad de cacao blanco. Los sentidos de quienes nos visiten se verán sorprendidos y descubrirán cosas nuevas sobre esta maravillosa materia prima que puede transformar, ya sea vigorizando o relajando, el estado de ánimo de quién lo toma”.
Más que una fábrica de chocolate
Además de un obrador donde elaborar cacao de primera calidad, Casa Cacao incluye también en su planta baja una tienda y una chocolatería. La tienda pone a la venta las llamadas “chocolatessens”, productos de primera calidad que además tienen un packaging sostenible (se elaboran a partir del reciclado de fibras de cacao).
En la chocolatería se podrán degustar estos productos, tanto en su elaboración sólida como en bebidas frías o calientes, además de una selecta pastelería firmada por los hermanos Roca.
Las cuatro plantas superiores del edificio acogen un hotel boutique muy acogedor, con solo quince habitaciones, cuyas riendas llevará Anna Payet, esposa de Joan Roca. Como ella misma cuenta: «hace años que los clientes del restaurante nos animaban a abrir un pequeño hotel. Éste, es una prolongación de la hospitalidad y el modo de servir del propio El Celler de Can Roca, con lo que cerraremos un círculo. No pretendemos otra cosa que nuestros huéspedes, sean o no clientes del restaurante, se sientan como en casa».
Todos los detalles se han cuidado al máximo, con diseños a medida y elaboración artesanal. El proyecto de interiorismo ha sido realizado por Sandra Tarruella Interioristas, la ejecución de la obra por Arcadi Pla, y el proyecto arquitectónico ha sido encargado a Callís Marès Arquitectes. Les ha quedado bien bonito. Entre otros muchos privilegios, los huéspedes podrán disfrutar de su magnífica terraza en la azotea, con hermosas vistas al Barri Vell de Girona.
Las reservas para el hotel ya pueden efectuarse a través del correo info@hotelcasacacao.com