Con motivo del centenario del nacimiento de Roald Dahl, creador de la popular historia Charlie y la fábrica de chocolate, Raül Cegarra se desplazó hace unos meses a la fábrica de Cacao Barry de París para crear Llepadits, un chocolate para todas las edades, que contiene un 66% de cacao y un toque lácteo, y que mantiene los matices del cacao largo tiempo en boca.
En total, ha elaborado 5.000 baldosas de chocolate, con un tiquet dorado numerado en el interior, aludiendo a la historia del libro infantil que posteriormente Tim Burton trasladó a la gran pantalla. El 30 de abril se hará un sorteo para determinar el tiquet ganador, que tendrá un premio muy especial: un viaje para dos personas a París, para pasar una noche, disfrutar de una comida en un restaurante de renombre y visitar la fábrica de Cacao Barry.
En la primera semana, ya se han vendido 1.000 baldosas, lo que constata el éxito de esta original iniciativa con la que El Xocolater de Taradell quiere rendir su especial homenaje a Willy Wonka, el protagonista y propietario de la fábrica de chocolate del libro de Dahl, ya que "todos los que trabajamos con chocolate somos un poco Willy Wonka".
Algunos afortunados pudieron degustar Llepadits el 26 de noviembre en su presentación oficial, en la Biblioteca Antoni Pladevall i Font. Un acto en el que también participaron la escritora Lola Casas, quien analizó detalladamente de la obra de Dahl, a quien conoció en vida; Paco Gil, director del Museo del Chocolate de Barcelona, que habló sobre algunos mitos falsos del chocolate, y el propio Willy Wonka, interpretado por el actor Jordi Font.
Este fin de semana Jordi Roca ha visto cumplido uno de los sueños de su vida: inaugurar una fábrica de chocolate casi tan mágica como la de Willy Wonka. Se llama Casa Cacao, se ubica en la Plaza Catalunya de Girona, y además de tener un obrador con vistas a la calle, cuenta con una tienda, una chocolatería y un hotel boutique encantador. Te contamos cómo es la nueva dirección imprescindibles para foodies:
Así nació Casa Cacao
Jordi Roca, el experto en postres de la triestrellada familia, se planteó con sus hermanos hacer chocolate propio en El Celler de Can Roca. ¿Serían capaces? No hay reto pequeño para los Roca y, aunque nunca habían elaborado chocolate desde cero, de allí surgió su primera creación y, por supuesto, estaba buena. El experimento triunfó gracias a Jordi, pero gracias también a Damian Allsop, el maestro en el mundo dulce del benjamín de los Roca, que justo se acababa de reincorporar al equipo.
Jordi Roca y Damian Allsop con los granos de cacao seleccionados para su fábrica de chocolate.
Cómo fabricar los mejores chocolates
Jordi Roca confiesa que han realizado una inmersión absoluta en el mundo del chocolate: «Hemos estudiado las variedades, sus distintas fermentaciones, y hemos realizado una exigente investigación y testeo con nuestro equipo de La Masia (I+R), así como viajes de campo para seleccionar los mejores cacaos de las mejores plantaciones. Allí, hemos conocido a sus productores en pequeñas comunidades de Perú, Venezuela, Colombia o Ecuador. En el proceso de adentrarnos en el mundo del cacao he tenido la suerte de poder aprender de primera mano muchas cosas sobre el proceso de fermentación y secado de las habas de cacao y de las gentes que de manera artesanal lo realizan siguiendo métodos ancestrales, como los indígenas awajún de Perú que lo recolectan de zonas de la Amazonia donde crece salvaje»
Esta pinta tienen los bombones de Casa Cacao.
El movimiento “Bean to bar”
Obtener un cacao de calidad es una de las últimas grandes tendencias gastronómicas: la llamada “Bean to bar” busca los sabores originales y reales del cacao. Siguiendo este movimiento, en Casa Cacao adquieren el grano de cacao comprándolo directamente a esos pequeños productores para poder pagarles un precio justo por la mejor calidad. Como explica Jordi Roca «a diferencia de otras propuestas existentes en el mercado, lo que queremos hacer en Casa Cacao equivaldría, si ésta fuera un gastrobar de bocadillos, a escoger las harinas y las levaduras para elaborar el pan en casa y después pensar en la elaboración del bocadillo».
Lo que aprenderemos sobre el cacao
Además de poder ver la belleza del trabajo con el cacao a través de las cristaleras del obrador, Casa Cacaonos permitirá aprender la amplia gama de sabores que ofrecen los diversos cacaos. «Además de dulce o amargo -comenta el pequeño de los Roca-, el chocolate puede ser ácido o afrutado y tener otros mil acentos con los que jugaremos. Puede incluso tener un color claro como el del chocolate con leche, aún en su formato con un 80% de cacao, si utilizamos una variedad de cacao blanco. Los sentidos de quienes nos visiten se verán sorprendidos y descubrirán cosas nuevas sobre esta maravillosa materia prima que puede transformar, ya sea vigorizando o relajando, el estado de ánimo de quién lo toma”.
Habrá que peregrinar a Girona para tomar un chocolate a la taza como este.
Más que una fábrica de chocolate
Además de un obrador donde elaborar cacao de primera calidad, Casa Cacao incluye también en su planta baja una tienda y una chocolatería. La tienda pone a la venta las llamadas “chocolatessens”, productos de primera calidad que además tienen un packaging sostenible (se elaboran a partir del reciclado de fibras de cacao).
Las “chocolatessens” de Casa Cacao
En la chocolatería se podrán degustar estos productos, tanto en su elaboración sólida como en bebidas frías o calientes, además de una selecta pastelería firmada por los hermanos Roca.
Las cuatro plantas superiores del edificio acogen un hotel boutique muy acogedor, con solo quince habitaciones, cuyas riendas llevará Anna Payet, esposa de Joan Roca. Como ella misma cuenta: «hace años que los clientes del restaurante nos animaban a abrir un pequeño hotel. Éste, es una prolongación de la hospitalidad y el modo de servir del propio El Celler de Can Roca, con lo que cerraremos un círculo. No pretendemos otra cosa que nuestros huéspedes, sean o no clientes del restaurante, se sientan como en casa».
Así de elegantes han quedado las habitaciones del hotel Casa Cacao.
Todos los detalles se han cuidado al máximo, con diseños a medida y elaboración artesanal. El proyecto de interiorismo ha sido realizado por Sandra Tarruella Interioristas, la ejecución de la obra por Arcadi Pla, y el proyecto arquitectónico ha sido encargado a Callís Marès Arquitectes. Les ha quedado bien bonito. Entre otros muchos privilegios, los huéspedes podrán disfrutar de su magnífica terraza en la azotea, con hermosas vistas al Barri Vell de Girona.
La terraza de Casa Cacao
Las reservas para el hotel ya pueden efectuarse a través del correo info@hotelcasacacao.com
La carrera de Ingeniería Agroforestal, de la Facultad de Ciencias Ambientales de la Universidad Científica del Sur realizó una Cata de Chocolate en la sede de Cantuarias. Se invitó a expertos chocolateros catadores para degustar chocolates españoles y comentar sus impresiones.
Santiago Pastor Soplín, docente investigador de la Carrera de Ingeniería Agroforestal, organizador de esta cata, invitó a chocolateros nacionales como Carmen de Siancas de Scrab & Chocolates; Genaro Chuquisuta de 900 cacao y Giovanna Villegas, barista y catadora profesional; y entre los asistentes de la comunidad Científica fueron Alfonso Lizárraga, director de Carrera de Ingeniería Agroforestal; César Ordoñez, director de la Facultad de Administración; Fabiola Muñoz, directora de Carrera de Nutrición y Dietética; Luis Quiros, docente de la carrera de Ingeniería Agroforestal.
Degustar y valorar las características de los chocolates españoles, permitió escuchar recomendaciones de mejora en los emprendimientos de chocolate artesanal peruano, y revalorizar a los actores (productores de cacao, chocolateros, investigadores y consumidores) de la cadena de valor del cacao y chocolates, ya que muchos de estos están haciendo un uso del excelente cacao que se produce en el país, pero aún existe el desconocimiento en el paso hacia la elaboración del chocolate. Por ello la utilidad de analizar los productos de la industria chocolatera más antigua del mundo que es la española.