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AGROPERU Mayo (2024) N°45
Precios altos e inestables del
cacao: qué hacer ahora y después cuando vuelva la calma.
Santiago
Pastor Soplín
Investigador
RENACYT
Docente
AGRONOMÍA&NEGOCIOS
Universidad
Cientifica del Sur. Lima, Perú.
El
cacao o “alimento de los dioses” se mantiene en fase de “montaña rusa”. El
precio sube y baja y no parece evidente que se estabilice, y mucho menos que
aterrice a los niveles de hace año y medio y de las décadas anteriores, cuando
se movía entre dos y tres mil dólares por tonelada; más cerca de dos mil que de
tres mil, lo cual constituía un precio de subsistencia para los medianos
productores y de hambre para los pequeños o productores familiares.
En
los últimos 15 meses, comenzó a subir sin para hasta casi los 12 mil dólares la
tonelada. Ahora que escribimos esta nota, el precio está en 7300 dólares la
tonelada de grano fermentado seco; si tomamos en cuenta que el productor recibe
entre el 80 y el 90% del precio de referencia de la bolsa de Nueva York, y un
precio promedio de diez mil dólares la tonelada, significaría que los
productores deben estar recibiendo 8 a 9 dólares por kg de cacao corriente,
amén de los premios por certificaciones y precios especialmente altos cuando se
trata de lotes de cacao fino de aroma dirigidos especialmente a la chocolatería
fina o artesanal. Haciendo un grueso promedio, los productores deben estar
recibiendo aproximadamente 10 dólares por kilogramo o 35 soles, a diferencia de
los 8 a 9 soles que recibían hace año y medio. El incremento es evidente y el
impacto es sustancialmente fuerte.
Cabe
tener presente que es una oportunidad generada por las malas cosechas de los
países africanos que son los grandes productores Costa de Marfil y Ganha. Los
almacenes y reservas mundiales de cacao de cacao han acumulado déficits que
llegan al 30% de la demanda mundial, en un mercado internacional en el que
nuestro país (Perú), solo representa el 2% del mercado global. Es decir, nuestro nivel
de influencia es minúscula y sólo nos queda aprovechar todas las
oportunidades de este mercado tan convulso de precios elevados. Sin embargo, también es necesario saber cómo nos debemos
preparar para cuando el precio se estabilice y los gigantes africanos del cacao
se recuperen de la paliza climática por la que están pasando.
Es
decir, ¿Cómo aprovechar el déficit de producción del cacao en Ghana y Costa de
Marfil como una oportunidad para promover la diversificación y sostenibilidad
en el cultivo del cacao en el Perú?
El
cultivo de cacao como aliado principal de la lucha contra el cultivo ilegal de
la coca ya tiene un recorrido importante. No es casualidad haber alcanzado
productividad de 1000 kg/ha, mientras que en otros países cacaoteros
latinoamericanos se mueven entre 600 a 800, y en África va de 300 a 500 kg/ha.
Sin embargo, el potencial de mejora de la productividad todavía es muy alto.
Con buen manejo agronómico y mejorando los procesos post cosecha, se puede
llegar a dos mil kg/ha. Esto requiere desde la selección de clones más
productivos (finos de aroma, preferencial), reposición y renovación oportuna de
cacaotales, labores culturales eficaces (podas, fertirriego,
cosecha), hasta postcosecha cuidadosa para lograr los perfiles deseados para
los cacaos de cada tipo y región. Todo esto cuesta y se hace parcialmente entre
agricultores organizados y asistidos por programas contradrogas, cooperación
técnica internacional y tesoro público vía Proyectos Especiales, Fondos
Concursables, entre otros.
Sin
embargo, es el momento en el cual el superávit coyuntural que genera el precio
elevado sea invertido directamente por el agricultor; siempre es mejor que lo
hagan asociados, ya que hay servicios como un centro de beneficio o lograr la
conexión con compradores importantes, que raramente lo pueden hacer agricultores
medianos o pequeños, por si solos. La primera opción recomendable es mejorar la
productividad y hacerlo en un ambiente de colaboración mutua, asociatividad e,
idealmente, gremial.
Luego,
se puede incrementar el área sembrada, pero tomando en cuenta que el 98% de
nuestro cacao es amazónico y aunque tenemos tierras ya un tanto degradadas que
podrían ser utilizadas para este fin, la presión sobre el bosque primario,
secundario y purmas, es alta y muy real. Infortunadamente, aún no “hacemos
carne” de la relevancia global de conservar la foresta tropical. Nos lo tienen
que notificar mediante normas y leyes de nuestros mercados de destino, como la
Unión Europea. Además, incrementar el área de cosecha es una alternativa de
mediano plazo, cuyo efecto seguramente se va a notar al mismo tiempo que se
produzca la recuperación de la producción africana (tres a cinco años).
Debemos
seguir avanzando en “agregar valor”. Exportar menos grano y cada vez más
derivados y especialmente chocolates. Ese rubro no existía en nuestra oferta
exportable haces un tres de años; ahora ya pasamos los 80 millones de dólares y
con tendencia creciente. No pararemos hasta que las hazañas de los Cacaosuyo,
Bakau, Juan Laura, Tesoro Amazónico y tantos chocolateros consagrados, repliquen el éxito
internacional de nuestra gastronomía. No pararemos hasta alcanzar y estabilizar
a los chocolates peruanos como los mejores del mundo.
Cabe
preguntarse entonces ¿qué no hacer para evitar una sobreproducción de esta
materia prima dentro de 5 años, período que tomaría la recuperación de esos
países africanos que lideran la producción de cacao a nivel mundial, como
ocurrió entre los años 2014-2015 con la quinua?
No
debemos descuidar la calidad en todo el proceso. Dejar de propagar clones
corrientes; no descuidar las plantaciones en su manejo, cultivo y cosecha. Aun
cuando, en algunos casos, la genética de nuestras plantas no sea la mejor, si
se cuida la post cosecha, también se puede lograr un grano aceptable. Para eso
hay que capitalizarse con instalaciones adecuadas que cuando se hacen en
asociación son siempre más viables. Adicionalmente, el factor más importante es
el humano. Los agricultores deben agregar a su sabiduría ancestral, toda nueva
oportunidad de formación y avances tecnológicos que hagan de su cultivo más
productivo, pero también más sostenible.
Cuando
la situación se normalice, en tres a cinco años, debe encontrarnos fortalecidos
y capitalizados, pero sobre todo con una mayor y mejor cultura de la calidad.
Estamos y estaremos lejos de ser un jugador importante en volumen en el mercado
mundial de cacao, pero el prestigio de nuestro fantástico cacao es tan
creciente, como la exportación de nuestros chocolates. Estamos felizmente muy
bien posicionados en el nicho del cacao de calidad. Esta es nuestra oportunidad
y fortaleza.
Lima 22 de mayo de 2024.
English version
AGROPERU Mayo (2024) N°45
High and unstable cocoa prices: what to do now and then when the calm returns.
Santiago H. Pastor Soplín
RENACYT Researcher
AGRONOMY&BUSINESS Professor
Universidad Cientifica del Sur. Lima, Peru.
Cocoa or "food of the gods" remains in a "roller coaster" phase. The price goes up and down and it does not seem evident that it will stabilize, much less land at the levels of a year and a half ago and of previous decades, when it moved between two and three thousand dollars per ton; closer to two thousand than to three thousand, which was a subsistence price for medium-sized producers and a starvation price for small or family producers.
In the last 15 months, it began to rise steadily to almost 12,000 dollars per ton. Now that we are writing this note, the price is at 7300 dollars per ton of dry fermented beans; if we take into account that the producer receives between 80 and 90% of the reference price of the New York Stock Exchange, and an average price of ten thousand dollars per ton, it would mean that producers should be receiving 8 to 9 dollars per kg of cocoa, in addition to the premiums for certifications and especially high prices when it comes to lots of fine aroma cocoa aimed especially at fine or artisanal chocolates. Taking a rough average, producers should be receiving approximately 10 dollars per kilogram or 35 soles, as opposed to the 8 to 9 soles they received a year and a half ago. The increase is evident and the impact is substantially strong.
It should be noted that it is an opportunity generated by the poor harvests of African countries that are major producers Ivory Coast and Ghana. World cocoa stores and reserves have accumulated deficits that reach 30% of world demand, in an international market in which our country (Peru) only represents 2% of the global market. In other words, our level of influence is minuscule and we can only take advantage of all the opportunities in this turbulent market with high prices. However, it is also necessary to know how we should prepare ourselves for when the price stabilizes and the African cocoa giants recover from the climatic beating they are going through.
That is, how to take advantage of the cocoa production deficit in Ghana and Ivory Coast as an opportunity to promote diversification and sustainability in cocoa cultivation in Peru?
The cultivation of cocoa as a main support in the fight against illegal coca cultivation has already had an important trajectory. It is no coincidence that productivity has reached 1000 kg/ha, while in other Latin American cocoa growing countries it is between 600 and 800 kg/ha, and in Africa it ranges from 300 to 500 kg/ha. However, the potential for productivity improvement is still very high. With appropriate agronomic management and improved post-harvest processes, it is possible to reach 2,000 kg/ha. This requires from the selection of more productive clones (fine aroma, preferential), timely replenishment and renewal of cocoa trees, effective cultural work (pruning, fertigation, harvesting), to careful post-harvesting to obtain the desired profiles for the cocoa of each type and region. All this costs and is partially done by farmers organized and assisted by counter-programs, international technical cooperation and public treasury via Special Projects, Competitive Funds, among others.
However, it is time for the surplus generated by the high price to be invested directly by the farmer; it is always better that they do it in association, since there are services such as a benefit center or making the connection with important buyers, which can rarely be done by medium or small farmers on their own. The first recommended option is to improve productivity and to do so in an environment of mutual collaboration, associativity and, ideally, as a cooperative.
Then, the cultivated area can be increased, but taking into account that 98% of our cocoa is Amazonian and although we have already somewhat degraded lands that could be used for this purpose, the pressure on the primary, secondary and purmas forest, is high and very real. Unfortunately, we still do not “make flesh” of the global relevance of conserving the tropical forest. We have to be notified through regulations and laws of our target markets, such as the European Union. Furthermore, increasing the harvest area is a medium-term alternative, the effect of which will surely be felt at the same time as the recovery of African production (three to five years).
We must continue to move forward in “adding value”. Exporting less grain and more and more derivatives and especially chocolates. This item did not exist in our exportable offering three years ago; now we have already exceeded 80 million dollars and with a growing trend. We will not stop until the successes of Cacaosuyo, Bakau, Juan Laura, Tesoro Amazónico and so many consecrated chocolatiers replicate the international success of our gastronomy.
It is worth asking then what not to do to avoid an overproduction of this raw material within 5 years, a period that would take the recovery of those African countries that lead cocoa production worldwide, as happened between 2014-2015 with quinoa?
We must not neglect quality in the whole process. Stop propagating common clones; do not neglect the plantations in their management, cultivation and harvesting. Even when, in some cases, the genetics of our plants are not the best, if we take care of the post-harvest, we can also achieve an acceptable grain. For this, it is necessary to capitalize on adequate facilities, which when done in association are always more viable. Additionally, the most important factor is the human factor. Farmers must add to their ancestral wisdom, all new training opportunities and technological advances that make their crop more productive, but also more sustainable.
When the situation normalizes, in three to five years, it should find us strengthened and capitalized, but above all with a greater and better culture of quality. We are and will be far from being a major player in volume in the world cocoa market, but the prestige of our fantastic cocoa is as growing as the export of our chocolates. We are happily very well positioned in the quality cocoa niche. This is our opportunity and strength.
Lima, May 22, 2024.