FUENTE: Revista Agroperu.
Se prevén fuerte caída en cosecha de olivo en Perú para
2024
El calentamiento del mar y la atmósfera el año pasado ha dejado una
huella notoria en la producción de aceitunas. La escasez de flores, vital para
la formación de los frutos, se vincula directamente a este cambio climático. En
La Yarada Los Palos, región Tacna, se anticipa que las pérdidas alcancen hasta
un 75 %, un golpe significativo para la economía local. Asimismo, en Yauca,
región Arequipa, se proyecta que la cosecha apenas representará un modesto 5 %
de su volumen habitual, destacando la magnitud de los desafíos que enfrenta la
industria de las aceitunas en la zona.
Con
un suspiro de alivio por el debilitamiento del fenómeno El Niño, muchos
respiramos tranquilos al pensar que 'no ha pasado nada'. En realidad, es una perspectiva muy citadina. No
hemos presenciado activarse quebradas ni la devastación de bienes muebles e
inmuebles en construcciones mal ubicadas a lo largo de su cauce. Sin embargo,
en un silencio ominoso, el calentamiento del mar y del ambiente durante el
2023 ha desencadenado un impacto devastador en varios cultivos, especialmente
en el sector del olivo (Olea europea).
Al
dialogar con algunos productores, se revela un panorama desalentador. En La
Yarada Los Palos (Tacna), Nathalí Quenta Bedoya de H60 lamenta pérdidas
de hasta un 75 %, mientras que en Yauca (Arequipa), Rafael
Gallegos de Tutto Sano expresa consternación al señalar que apenas
podrán cosechar un escaso 5 % de su volumen habitual.
El
aumento de temperatura, apenas unos grados por encima de lo habitual, ha tenido
un impacto significativo en la producción de aceitunas este año. La falta de
flores, esencial para la formación de los frutos, se atribuye a este cambio
climático sutil pero crucial.
Los
olivos necesitan acumular algunas semanas de frío (reposo vegetativo) para
luego florear. Entre 0 °C y 7 °C en su región mediterránea de origen, mientras
que, en nuestra costa sur, mínimas de 12 °C a 14°C por 12 horas al día, son
indispensables entre agosto y septiembre para que en octubre haya abundantes
botones florales. Esto no ha sucedido, lo que ha resultado en una floración muy
escasa y una cantidad de frutos cuajados casi insignificante.
Como
consecuencia, los precios de las aceitunas y el aceite de oliva no dejan de
aumentar. El año pasado se encontraban entre 28 y 32 soles por litro, y
ahora fácilmente superan los 60 soles.
Para los productores de aceitunas, la situación es calificada como "un desastre". Se espera que los mecanismos de apoyo del Estado funcionen para respaldar esta cadena de valor, que ha logrado una posición destacada gracias a la extraordinaria calidad de sus productos frescos, como las aceitunas, y sus derivados, como el aceite de oliva, cada vez más refinado por los productores de las regiones afectadas.
Producción
Perú, aunque es un productor menor de aceitunas a nivel
global, destaca por la producción de aceitunas de excelente calidad y en
constante aumento de competitividad. Los olivos, introducidos desde los inicios
de la colonia, se han naturalizado por completo en el país. En el año 2022,
la producción nacional alcanzó las 230.121 toneladas, siendo Tacna
el líder con 176.123 toneladas, seguido por Arequipa con 45.123
toneladas. Aunque Moquegua, Ica, Lima y La Libertad también
aparecen en las estadísticas oficiales (SIEA-Midagri), sus volúmenes son
considerablemente menores. En resumen, la mayor parte de la producción de
aceitunas en Perú se concentra en la costa sur.
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